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lunes, 16 de mayo de 2016

AVISPA DE MAR (CHIRONEX FLECKERI)



La avispa de mar o medusa de caja (Chironex fleckeri) es una especie de medusa de la familia Chirodropidae).

Habita fundamentalmente las aguas australianas y se considera el animal más venenoso del planeta.

La infame cubomedusa desarrolló su temiblemente poderoso veneno para aturdir o matar al instante a sus presas, como peces y camarones, de modo que al luchar para escapar no dañasen sus delicados tentáculos.

Su veneno, considerado entre los más letales del mundo, contiene toxinas que atacan al corazón, sistema nervioso y células cutáneas. Es tan insoportablemente doloroso que hay constancia de que algunas víctimas humanas han entrado en shock y se han ahogado o han muerto por fallo cardiaco incluso antes de alcanzar la orilla. Los supervivientes pueden sufrir fuertes dolores durante semanas, y a menudo les quedan importantes cicatrices en la zona de contacto con los tentáculos.

La medusa de caja, también llamada avispa marina, vive principalmente en las aguas costeras de Australia del Norte y por todo el mar Indopacífico. Son transparentes o de color azul pálido, y reciben su nombre por la forma cúbica de su campana. Desde cada esquina de la campana se extienden hasta 15 tentáculos que pueden alcanzar los tres metros de longitud. Cada tentáculo contiene unas 5.000 celdas urticariantes, que no se disparan al tacto, sino por la presencia de un químico en la capa externa de su presa.

La avispa de mar es una de las especies de medusa más avanzadas. Han desarrollado la capacidad de moverse, en lugar de simplemente flotar a la deriva, y son capaces de alcanzar los cuatro nudos por hora. Además, tienen ojos, agrupados de seis en seis, en los cuatro lados de la campana. Cada grupo incluye un par de ojos con un sofisticado sistema de lente, retina, iris y córnea, aunque los científicos no están seguros de cómo procesan lo que ven, ya que carecen de sistema nervioso central.

CARACTERÍSTICAS

La umbrela tiene forma cuadrada y de ella salen 60 tentáculos de aproximadamente 80 cm de largo.

Es translúcida y brilla en la oscuridad.

Puede llegar a alcanzar el tamaño de un balón de baloncesto, con tentáculos de hasta 3 metros de largo, cada uno con 5 mil millones de aguijones microscópicos (cnidocitos) que pueden inyectar un letal veneno. Cuando los tentáculos entran en contacto con la piel es extremadamente doloroso, arde, y se sienten pequeños toques eléctricos y calambres que impiden tener un movimiento normal en la zona de contacto. Al momento del primer contacto el dolor es particularmente intenso y éste puede persistir hasta 48 horas, en promedio 12 horas.

El veneno ingresa directamente al torrente sanguíneo y, dependiendo del peso de la persona y la cantidad de veneno inoculado, puede causar shock y paro cardíaco.

HISTORIA NATURAL

Habita generalmente en las aguas tropicales de Australia y otras áreas del océano Índico oriental y del Pacífico. Se han avistado especímenes en aguas de Papúa Nueva Guinea, Filipinas y Vietnam, si bien se desconoce su distribución exacta.

Contrariamente a la creencia popular acerca de su movimiento y a diferencia de las medusas comunes, que en su mayoría son ciegas, esta especie posee cuatro grupos de veinte ojos. Pero no está claro si pueden seguir objetivos con la vista ni tampoco cómo procesan las imágenes, poseen sistema nervioso central, pero es casi innotable. Nada en impulsos de 1,5 m/s, lo que le proporciona velocidad suficiente para atrapar peces.

SINTOMATOLOGÍA

Generalmente el roce de la víctima con sus tentáculos no pasa inadvertido y deja lesiones visibles que de rojo se tornan en más rojas y se hincha la zona afectada; tras unos 20 minutos se inicia el síndrome irukandji: comienza un intenso dolor en todo el cuerpo, el ritmo cardíaco se triplica, la tensión sanguínea se duplica; por lo general la muerte sobreviene tras una embolia cardíaca.

Sus síntomas se presentan también en dificultad para respirar, náuseas y vómitos, hinchazón y dolor severos, latidos cardíacos lentos y muerte del tejido cutáneo. Sin embargo, algunos animales son inmunes a la toxina, como las tortugas de mar, que se alimentan de ellas sin sufrir daño alguno. En el caso de los humanos, si el veneno penetra en el sistema sanguíneo, la muerte puede llegar a producirse en menos de tres minutos. En caso de resultar afectado por el animal, la primera medida de tratamiento es arrojar vinagre sobre la zona afectada, ya que éste tiene propiedades inhibitorias sobre los nematocistos, orgánulos intracelulares encargados de inocular el veneno. Al mismo tiempo debe darse aviso inmediato al sistema de emergencias, que en las zonas endémicas suele estar preparado para estos casos. El tratamiento tópico con vinagre de las lesiones por contacto disminuye su peligrosidad.

Según un estudio reciente de la revista National Geographic, las avispas de mar se vuelven más mortíferas con la edad. Las jóvenes, que cazan camarones, tienen veneno tan sólo en el 5% de sus células urticantes, mientras que las adultas lo tienen en el 50%, lo que les permite cazar presas más grandes.


Chironex fleckeri
Avispa marina.jpg
Taxonomía
Reino:Animalia
Filo:Cnidaria
Clase:Cubozoa
Orden:Cubomedusae
Familia:Chirodropidae
Género:Chironex
Especie:C. fleckeri
Southcott, 1956



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