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martes, 10 de mayo de 2016

PEZ PIEDRA (SYNANCEIA HORRIDA)



El pez piedra (Synanceia horrida) es una especie de pez actinopterigio escorpeniforme perteneciente a la familia Synanceiidae que habita en aguas tropicales de los océanos Índico y Pacífico, sobre todo en aguas específicas de Australia y el archipiélago malayo.

Campeón en las categorías de camuflaje y quietud, el pez piedra (Synanceia verrucosa) a menudo se oculta entre los sedimentos. Cualquier buzo debe tener cuidado con el pez piedra. Su picadura es muy dolorosa, a veces puede ser fatal. En efecto, este pez es considerado el más venenoso del mundo. Su veneno tiene fama de ser más letal que el de la cobra.

El pez piedra mide sólo 35 cm en promedio, pero pequeño, por lo que pueda parecer, el “pez pequeño” vive sin problemas alrededor de peces de mayor tamaño.

Tiene una gran cabeza aplastada que termina con una boca grande vertical. Sus pequeños ojos, que descansan en la parte superior de la cabeza, le permiten ver sin ser visto.

Por lo general viven en entornos rocosos o coralinos, a menudo bajo las rocas o salientes, y es capaz de enterrarse bajo la arena ayudándose de sus grandes y potentes aletas pectorales. También puede sobrevivir fuera del agua hasta 24 horas esperando a que suba la marea para devolverle al mar. Esto aumenta el peligro de ser picado por este pez ya que los bañistas pueden pisar uno de estos ejemplares confundiéndole con una roca. 

DESCRIPCIÓN

Es el actinopterigio más venenoso, y el contacto directo con las espinas de sus aletas, que contienen un potente veneno neurotóxico, puede ser mortal para los seres humanos. Cuando se camufla se asemeja a una roca (lo que le da su sobrenombre), lo que lo hace relativamente irreconocible y pueden ser pisados de forma accidental. Sus púas se localizan en la aleta dorsal (12-13), anal (3) y pélvica (2), cada una de ellas con una glándula venenosa. El veneno es tan potente como el de la cobra, tiene citotoxinas y neurotoxinas. Al picarse con una espina aparece un dolor intenso y lacerante, el dolor se irradia por todo el miembro y alcanza su máximo a la hora. Se acompaña de dolor de cabeza, vómitos, espasmos intestinales, hipertensión arterial, en ocasiones con arritmias cardíacas, parálisis musculares, convulsiones, coma , parada cardiorrespiratoria y si no es atendida puede causar la muerte. Si sobrevive el paciente, la curación de la herida es lenta, con abscesificación de la misma. También posee una segunda línea de defensa, los tubérculos, que son unas glándulas que además de ayudar a mimetizar al pez segregan una toxina potente.

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